YOGA ES UNION.
Te une a ti mismo, encajando las piezas de cuerpo, mente y espíritu. Ese “todo” lo une al universo. Muestra el camino hacia sentirse parte del TODO. Parte de la energía universal, de la realidad, de lo absoluto o llamado Brahman, algo que se une a nuestro Atman. Aportando un nivel de conciencia mucho superior.
Lo que conocemos por “yo”, es cambiante. Depende de las circunstancias, espejismos e ilusiones creadas por la mente, que nos desenfoca de distinguir lo real de lo superfluo. En la carrera del día a día y un mundo inconsciente, solo alimentamos la ignorancia e incapacidad para distinguir lo que es real de lo que no lo es. Esta ignorancia hace que busquemos de forma casi obsesiva el amor, la felicidad, el reconocimiento…sin poder alcanzarlo nunca. Guiados por un ego insaciable. Pero en realidad, cuando nos conectamos a ese “todo, incluso sin quererlo, a través de esas disciplinas físicas y psíquicas que permiten al individuo llegar a descubrir su verdadera naturaleza. Conseguimos entender por y para que estamos aquí. Que somos una gota indispensable para formar océanos, un microcosmos dentro de un macrocosmos.
Normalmente el yoga llega a nuestras vidas de forma tan física que es difícil ser conscientes de todos los cambios a los que nos somete. Se convierte en un desarrollo y evolución personal mas allá de sus beneficios físicos. Se trata de un conocimiento universal que no propone ninguna teoría, sino una práctica de vida completa a través de la cual el individuo puede desarrollar todo su potencial, más allá de las limitaciones de su cuerpo y su mente.
Todas las acciones, en esta vida o en la siguiente, tienen gran importancia y repercusión. ACCIÓN REACCIÓN = KARMA. Por ello el yoga nos aporta la conciencia necesaria para realizarlas de forma positiva. Llegamos a esta vida con el karma acumulado de vidas pasadas y todas las acciones que realizamos a lo largo de la vida presente tienen su efecto, generando mayor Karma o menos.
El Yoga y el Ayurveda son ciencias del mismo gran árbol del conocimiento védico (el sistema tradicional de salud originado en la India). Ambas de tradición védica milenaria no se concebían por separado, sino que en su conjunto eran las guías para mantenerse en salud, felicidad y alcanzar la realización espiritual. Como ciencias naturales y orgánicas van ajustándose a los distintos tiempos, pero debería ser obligatorio mantener su esencia.
El Ayurveda es la ciencia védica de autosanación del cuerpo y mente. El Yoga es la ciencia védica de autorrealización y espiritualidad, cuyo desarrollo depende de un buen control funcionamiento del cuerpo y la mente.
El yoga nos lleva a nosotros mismos, en una práctica espiritual interna, llamada Sadhana en sánscrito. Esto no significa que no podamos usar aspectos del Yoga médicamente, pero ésta no es su intención primera.
“Juntos, el Yoga y el Ayurveda ofrecen una disciplina completa, que puede transformar nuestra existencia desde los niveles físicos hasta los planos espirituales más profundos de nuestro ser con extraordinaria vitalidad y creatividad en todos ellos.”
– Dr. David Frawley –
Yoga y Ayurveda como enfoque integral para el bienestar del cuerpo, la mente y el espíritu. Precisamente por esta razón trato de aplicar en mis consultas todas las herramientas posibles, para que así mis pacientes hagan una inmersión mas profunda en sí mismos.
Yoga es parte del Ayurveda…
El Yoga se menciona en textos ayurvédicos como el Charaka Samhita. Y es de gran importancia para disolver el estrés físico y calmar la mente antes de la meditación. Es el ejercicio ayurvédico por excelencia, porque rejuvenece el cuerpo, mejora la digestión y elimina el estrés.
Yoga equilibra los tres doshas, y las diferentes asanas tienen diferentes efectos. Posturas de flexión hacia adelante suavizan el dosha Pitta. Las torsiones son buenas para Kapha porque estimulan la digestión. Las extensiones calientan, y aportan equilibrio con los tipos Vata, siempre y cuando la persona tenga la fuerza y flexibilidad para hacerlo.
Las posturas de yoga o asanas tonifican todas las áreas del cuerpo y limpian los órganos internos de las toxinas, que es uno de los objetivos de ayurveda.
En palabras de Swami Vishnu-Devananda: “El cuerpo humano se puede comparar con un coche. Cualquier automóvil, ya sea un Rolls Royce o un cacharro viejo y oxidado, necesita cinco cosas para poder funcionar adecuadamente: lubricación, un sistema de refrigeración, corriente eléctrica, combustible y un conductor sentado al volante. En el yoga, las asanas, o posturas, lubrican el cuerpo, conservan los músculos y las articulaciones en buen funcionamiento, tonifican los órganos internos y estimulan la circulación, sin provocar fatiga alguna. La relajación completa refresca el cuerpo, en tanto que el pranayama o respiración yóguica aumenta el prana (energía vital), la corriente eléctrica. Los alimentos, al agua y el aire que respiramos nos proporcionan el combustible. Finalmente, la meditación aquieta la mente, el conductor del cuerpo. Meditando, aprende uno a controlar y, en última instancia, a trascender el cuerpo, que es su vehículo físico. (…) Ya ven, pues, que aunque el yoga se inicia con el cuerpo, termina por trascenderlo.”