Ayurveda, aquello que me enseñó a vivir, a crecer más allá de envejecer. Healer, el proceso de este mismo crecimiento, una catarsis profesional y personal para sanar más allá del cuerpo.
Ayurveda proviene del Sanscrito y significa” la ciencia de la vida” Los objetivos principales del Ayurveda son: Mantener la salud del ser humano o Prevenir enfermedades o Diagnosticar y curar enfermedades. El ayurveda es la medicina india, la ciencia de la vida, que no solo trabaja en el plano físico, sino que busca conectar mente, cuerpo y alma. Armonizando nuestra vida, equilibrando nuestro cuerpo e iluminando nuestra mente.
A diferencia de la medicina occidental, el ayurveda es una medicina que individualiza cada caso, contempla que cada persona es distinta a pesar de pertenecer a la misma especie. Estudia las reacciones que tiene nuestro cuerpo frente a los alimentos, las emociones y nuestra forma de vivir. Obviamente todo este enfoque tiene una base bioquímica aunque no se contemple en el ayurveda tradicional. Durante todos estos años de experiencia en consulta, he tratado de enlazar cada concepto ayurvédico con la medicina occidental.
Nos enseña a tomar conciencia, a estar presentes. Si hiciéramos una lista de nuestras dolencias, podríamos ver un cuadro mas general de lo que en realidad nos sucede. Es decir, tratar una dolencia a una no nos lleva a una solución. Normalmente son problemas encadenados, se trata de encontrar la raíz del problema y no parchear y atiborrar el cuerpo de fármacos que a la larga nos acarrean mas problemas que soluciones. Este tipo de tratamiento occidental, es una carrera de obstáculos de consulta en consulta. El árbol no nos deja ver el bosque.
Precisamente por esta razón el ayurveda es tan efectivo. Tiene una perspectiva mental que te obliga a coger tierra y a pensar, ¿Cómo te sientes? ¿desde cuando estas mal? ¿Qué sucedió en ese momento de tu vida? Se trata de “hurgar”, y a veces, abrir heridas.
Los terapeutas ayurveda interrelacionamos las dolencias, tenemos un enfoque categórico, encontrando los patrones que coinciden con los problemas de salud del paciente. Esto tiene la ventaja de que, en lugar de tener 20 respuestas a 20 problemas, encontramos 2-3 soluciones elegantes que los aborden todos, simplificando en gran medida su salud y bienestar.
El ayurveda trabaja a una profundidad a la que no llegan otras medicinas. Examina a cada persona según sus doshas, el tanto por ciento de cada uno de ellos determina nuestro pakruti.
Para averiguar este pakruti, que es el mismo desde el nacimiento hasta la muerte, se observa la forma, el tamaño, la estructura ósea, el apetito, la forma de pensar, aficiones, adicciones, sueños, digestiones…fisiología, fisionomía y psicología, cada uno de estos rasgos se corresponde con un dosha: Vata, Pitta o Kapha. Cada uno de nosotros tiene un porcentaje distinto de cada dosha, eso es lo que nos hace únicos.
Todos tenemos un dosha dominante, eso es lo que nos hace especiales y diferentes. Es importante reconocer vuestra constitución para escoger más certeramente vuestra alimentación, rutinas, ejercicios, hábitos, gustos…
Aquí se encuentra la unión de cuerpo y alma, que da como resultado la mente, que controla nuestros sentidos, órganos y a sí misma. Por ello es importante mantener una estrecha unión cuerpo-mente para no generar desequilibrios que se traduzcan en enfermedades. Ayurveda nos enseña un lenguaje especial para que ambos puedan entenderse. Para mantener la salud, debemos observar los cambios y reconocer el desequilibrio y su origen. Estos cambios de personalidad debidos al entorno se llaman vikruti. ¿No os habéis sentido distintos o contra vosotros mismos mientras llevabais hábitos que os incomodaban? ¿O personas que cambian vuestro carácter?
Todos esos problemas quedan solventados cuando encuentras tu naturaleza, cuando conectas de nuevo con tu esencia.
Ese es mi trabajo, ser tu guía hacia una vida mejor.
Todo ser humano vive en una homeostasis constante entre el exterior y su interior “Macrocosmos y Microcosmos”.
El ayurveda es encontrar tu equilibrio.