Descartar la sal no significa descartar el sabor. Las especias nos aportan sabor y nutrientes a la par. Cada día aprendo algo nuevo de ellas y me quedo fascinada con todas sus propiedades.
Agni= fuego digestivo. Este es un concepto clave en Ayurveda. Según la Charaka Samhita: la fuerza, la salud, el entusiasmo, el metabolismo, la vitalidad y la duración de la vida dependen del Agni. Cuando esta energía funciona correctamente la persona manifiesta una vida armónica y saludable, sin embargo las enfermedades comienzan aparecer cuando este fuego es débil y la vida se extingue cuando el mismo se apaga.
La falta de agni frena la digestión y con ello la absorción de nutrientes. léete mi blog acerca de agni si quieres saber más. Consumir los alimentos cocidos o semicrujientes, calientes, picantes, amargos, livianos y secos (horneados). Evitar alimentos dulces, salados, proteínas pesadas (grasosas) o fritos y todos aquellos ricos en calorías. Sabores ácidos, astringentes y picantes, especias como pimienta, hinojo, orégano, canela, cardamomo, anís, azafrán, jengibre, cayena, clavo, mostaza, cúrcuma y comino o hierba ayurvedica trikatu, aumentaran el agni y disminuirán la ansiedad por comer.
La sal, antiguamente era un medio de conservación de alimentos. Sin embargo, a día de hoy es causa de muchas enfermedades. Nos hemos vuelto “muy salaos”, consumir sal en exceso empeora la salud cardiaca, también provocan insuficiencia renal, osteoporosis y cáncer de estómago. Reducir al menos la mitad del consumo de sal diario obtendríamos beneficios en nuestra salud comparables a los derivados de dejar de fumar.
La sal contribuye a la retención de líquidos y con ello un aumento de la presión sanguínea. Esta sustancia hace que nuestro organismo tienda a acumular líquidos que no necesita, entorpeciendo su metabolismo.
La sal en exceso o detrimento puede ser perjudicial. Hay infinidad de alimentos ricos en sodio y minerales que nos aportarán un equilibrio necesario sin llegar a crear problemas.