Respira.
Algo tan cotidiano como sencillo. Sin embargo se nos olvida hacerlo muchas veces.
Tu que me estas leyendo. Inhala, llena profundamente tu cuerpo de oxigeno, llénate de prana, la energía universal. Exhala lentamente. Siente como tu cuerpo se relaja y tonifica.
Prana es energía vital, Ayama es control o dominio. Pranayama expande la energía en nuestro interior. Cuanto más lenta y más profunda es la respiración mas se aquieta la mente. Si nuestra respiración se agita, nuestra mente también y viceversa. Desde la medicina ayurveda y la tradición del yoga, prana es la energía vital del cuerpo. Es nuestro alimento más esencial. La encargada de vitalizar nuestro cuerpo. Nutrimos nuestro cuerpo sutil a través de la circulación de esta energía, la fuerza de la vida.
Normalmente la función respiratoria es un movimiento involuntario, es la practica de pranayama lo que nos concede el control, expandiendo nuestro diafragma 4 veces mas que una persona normal. Aportando una capacidad pulmonar mucho mayor y una oxigenación cerebral que impacta en nuestras sensaciones y pensamientos directamente, también mejoramos la eliminación de tóxicos, gracias a la extensión de los alveolos pulmonares y con ello la eliminación de tóxicos. La respiración yóguica, el movimiento que produce la expansión de los pulmones es tanto vertical como horizontal.
Descripción:
El Pranayama comprende la regulación de la espiración, de la inspiración y de las suspensiones. Eso se realiza modulando su lugar (desha), su duración (kala) y sus repeticiones (samkya). La mente debe centrarse en el proceso para que el resultado sea una respiración larga (dirgha) y sutil (sukshma).
Puraka y rechaka hacen referencia a las fases de inhalación y exhalación respectivamente. Una te llena de energía y la otra libera tu mente y cuerpo de toxinas.
Kumbaka es la retención de la respiración. Existen dos tipos: Retención se realiza después de inhalar o la que se realiza después de exhalar
Bahya kumbaka: pulmones vacíos, tras la exhalación. Aporta serenidad.
Antara kumbaka: pulmones llenos después de una inhalación. Permite una mayor asimilación de prana. La finalidad de kumbaka no es tanto aumentar la absorción de oxígeno en la sangre como preparar al sistema nervioso para tolerar un porcentaje más elevado de dióxido de carbono en el organismo. El intercambio de gases entre los pulmones y la sangre depende de otros factores a parte del tiempo (presiones parciales de los gases, superficie disponible, entre otros). En cambio, una mayor cantidad de dióxido de carbono en el cuerpo favorece la dilatación de los capilares del cerebro, permitiendo una mayor irrigación a nivel cerebral.
Práctica:
Siéntate en una postura cómoda elevando la columna junto con el pecho, las costillas flotantes y el ombligo. Estira las vertebras del cuello metiendo el mentón bajo, no te inclines ni desciendas el pecho durante la práctica. Las posturas más adecuadas son siddhasana, badrasana, virasana, padmasana y swatikasana. Estas, permiten que la espalda quede erguida, el tórax abierto y dejan espacio para que el diafragma pueda moverse.
Inhala y exhala por la nariz de forma suave y continua. Inhala desde la base del diafragma.
Mantén activa Uddyana Bandha metiendo hacia atrás el ombligo. Siente como se expande tu diafragma y pulmones.
Exhala al mismo tempo y ritmo que la inhalación. Libera el dióxido de carbono y todas las tensiones.
Controla la postura de tus hombros, no los subas hacia arriba. No debe existir tensión en tus expresión facial ni garganta, desfrunce el ceño. Mantén activos el core y los músculos intercostales.
Controla la respiración uniforme y calmada. Ahora contempla lo que sucede. Trata de ir alargando las inhalaciones y exhalaciones hasta llegar a los 8-10 o incluso 15’’. Esto es lo que realmente activa la glándula pineal generando cambios directos en el sistema nervioso.
A día de hoy respiramos de forma superficial dejando sin oxigeno nuestro cuerpo. Respirando 20-25 veces/minuto.
Recomendaciones: Empieza a practicar con un maestro si deseas hacer retenciones o mejorar técnicas mas complejas. Pronto podréis disfrutar de mi curso de meditación y pranayama. Donde trabajaremos respiraciones, bandas, canales energéticos, activación de kundalini. La mejor hora para practicar es por la mañana temprano o en algún momento que nuestro estomago este vacío. Mejor no practicar si la mente o el cuerpo se encuentran débiles. No forzar. Se consciente que pranayama y meditación activan partes de tu cerebro muy potentes.
Pranayama beneficios
Regula nuestros pensamientos. Reduce la ansiedad, miedos y depresión.
Reequilibra y purifica el cuerpo y la mente. Incrementa el prana y oxigeno.
Incrementan la capacidad respiratoria y la oxigenación de la sangre, mejora la circulación.
Mejora el estado de riñones, corazón y sangre.
Ayuda a eliminar residuos en cada exhalación.
Purifica los nadis y deshace bloqueos.
Mejora la memoria y estimula el rendimiento intelectual. Aumenta la concentración.
Regula el equilibro del ph en el cuerpo.
Rompe patrones inconscientes y mejora nuestras decisiones. adicciones, hábitos tóxicos…
Reduce la acumulación de toxinas.
«La respiración es la reina de la mente.» BKS Iyengar