Concentrarse no es fácil, conseguir lograr enfocar tu atención en lo que realmente importa es complicado con la que esta cayendo. El COVID no solo ha afectado a nivel fisiológico y bioquímico, también nos ha generado un estado de incertidumbre que hace más difícil mantenernos enfocados en objetivos que no sabemos si se podrán cumplir. Es muy desmotivante.
Las personas con una gran capacidad de concentración son capaces de aprovechar mejor el tiempo, aumentando su productividad y con ello mejorando sus ratos libres. Dicho así parece fácil, pero en un entorno donde las tecnologías (internet, RRSS, la sobreinformación… entre otros factores) suponen una fuente constante de distracciones, hay algunos ejercicios sencillos para optimizar tu tiempo y tus esfuerzos.
1. Ordena tus objetivos y haz UNO A UNO
Parece el mas fácil pero no lo es. Primero organiza por orden de prioridades tus tareas y no empieces una sin acabar la anterior. En lugar de contestar un email mientras atiendes una llamada telefónica, enfoca tu atención en una tarea concreta.
2. Contar palabras o números
SI, es un poco paranoia pero es así. Coge un libro o un periódico y cuenta las palabras de un párrafo largo. También se puede hacer con los números de cualquier sudoku. Esto enfoca tu cerebro en una sola cosa y activa zonas de memoria.
3. Haz las respiraciones y meditaciones guiadas adjuntas en el mail
¡Al menos una vez al día, unos 10’!
4. Distraerse con control
A veces no hay nada mejor que pajarear la mente en algo que te gusta PERO sin engancharte, como abrir una bolsa de pipas y comerte solo 5. AUTOCONTROL, para luego volver a currar más descansado y concentrado.
5. Meditar cada mañana o cada noche 5 a 10’. Completamente quieto.
Expande y relaja la mente y el sistema nervioso. Sentarte sin hacer movimientos te ayuda a mejorar la disciplina y el autoconocimiento.
6. Practica el Ikiagi y tu atención
Puedes leerte el libro que te mando o hacer sudokus o sopas de letras y crucigramas. La atención es como un músculo.
7. Remember
“Recordar” es sinónimo de ejercitar la mente. Cada mañana o antes de ir a dormir recuerda con detalle momentos agradables que potenciarán tu concentración de forma positiva.
8. Deporte y movimiento
¡Al aire libre mejor! Los movimientos de distintas partes del cuerpo y su técnica activan muchas zonas del cerebro a la vez, mejorando su rapidez y memoria. Lo oxigena y evita enfermedades como el alzheimer. ¡Y bebe mucha agua! El agua tiene la capacidad de limpiar, oxigenar e hidratar tu cuerpo para rendir en cualquier tarea que te propongas. Este líquido vital hace que la memoria sea aguda y mejora el rendimiento cognitivo.
Ve introduciéndolos poco a poco en tu día a día y me vas contando. Estaría bien llevar una agenda donde puedas puntuar los días según tu productividad y orden. Qué has hecho y qué has dejado a medias, o qué problemas has encontrado. Así poco a poco irás viendo dónde están tus puntos débiles o momentos en los que te quedas en el limbo.
Obviamente serás más eficaz en tu trabajo, pero también repercutirá en tu vida personal porque tendrás mas tiempo, estarás mas contento, y te sentirás mas selfconfident, mas seguro y reforzado.