LA ADICCION AL AZÚCAR

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Claves para comprender cómo impacta el consumo abusivo de hidratos de carbono simples

El consumo excesivo de alimentos y bebidas ricas en azúcares es ya una realidad en nuestra sociedad. Esta ingesta es motivada principalmente por el placer que nos genera el sabor dulce, además de la puesta en marcha de ciertos mecanismos que se asemejan a los que se activan en las adicciones a las drogas. ¿Existe la adicción al azúcar? ¿Cómo afecta a nuestra salud?

A día de hoy sigue en debate el tema de la adicción a la comida y, por ende, la adicción al azúcar. Hasta el momento el DSM-5 y la CIE-10-ES siguen sin contemplar la adicción a la comida como un trastorno en sí mismo. No obstante, el Centro Rudd de Política Alimentaria y Obesidad de la Universidad de Yale creó en 2009 la Escala de Adicción a la Comida de Yale (YFAS), un cuestionario de 25 puntos, basado en los patrones conductuales y de sintomatología presentes en el DSM-IV, para evaluar la adicción a la comida en las personas.

Los azúcares: la gasolina del organismo

¿Qué es el azúcar y cómo interactúa con nuestro cuerpo?

El azúcar, en términos simples, es un tipo de carbohidrato que nuestro cuerpo utiliza como fuente de energía. Existen azúcares simples, como la glucosa y la fructosa, y azúcares complejos, como los almidones presentes en la pasta o la papa. La diferencia principal es que los simples se absorben rápidamente, mientras que los complejos tardan más tiempo en digerirse y proporcionan energía de manera más sostenida.

El problema surge cuando consumimos en exceso los azúcares simples, especialmente aquellos añadidos en productos ultraprocesados. Estos azúcares entran rápidamente en el torrente sanguíneo, generando picos de glucosa que, con el tiempo, pueden llevar a resistencia a la insulina, obesidad y otros trastornos metabólicos.

¿Por qué nos gusta tanto el azúcar?

A lo largo de la historia, el ser humano se ha enfrentado a prolongados periodos de ayuno, por lo que la ingesta de alimentos con alto contenido en calorías, grasas y azúcares nos proporcionó energía y fue beneficiosa para la supervivencia. Sin embargo, con el tiempo, se comenzaron a extraer determinados ingredientes de los alimentos (como el azúcar de la fruta) para crear productos ultraprocesados con alto poder adictivo.

Además, la hipótesis del ‘genotipo ahorrador’ de James V. Neel explica que, ante épocas de hambruna prolongadas, nuestro organismo se protegió mediante modificaciones genéticas que nos permitieron acumular más grasa con el mismo aporte calórico. Hoy, con la abundancia de alimentos procesados ricos en azúcar y grasas poco saludables, este mecanismo nos perjudica más que beneficiarnos.

Azúcar y placer: el vínculo con la adicción

¿Por qué sentimos placer al comer algo dulce?

El consumo de azúcar activa en nuestro cerebro el sistema de recompensa, liberando neurotransmisores como la dopamina y la serotonina. Estos mismos circuitos neuronales están implicados en la adicción a sustancias como el tabaco, el alcohol y otras drogas.

Cuando una persona consume azúcar de manera frecuente y en grandes cantidades, su cerebro se acostumbra a estos niveles elevados de recompensa, lo que puede generar tolerancia y dependencia.

Estudios han establecido una asociación entre el consumo de azúcar y grasa con la activación de ciertas áreas cerebrales de forma similar a lo que sucede con el consumo de drogas como la cocaína. Se ha demostrado que la ingesta repetida de azúcar provoca niveles de dopamina prolongados, activando las vías de gratificación, aumentando la tolerancia e incrementando la susceptibilidad.

Consecuencias del consumo excesivo de azúcar

  1. Aumento de peso y obesidad: El exceso de azúcar se convierte en grasa corporal.
  2. Diabetes tipo 2: La resistencia a la insulina se desarrolla con el tiempo.
  3. Hígado graso: La fructosa en grandes cantidades afecta el funcionamiento del hígado.
  4. Hipertensión y enfermedades cardiovasculares: Un consumo alto de azúcares simples está vinculado con un mayor riesgo de hipertensión y problemas del corazón.
  5. Deterioro de la salud mental: La relación entre el consumo excesivo de azúcares y trastornos como ansiedad y depresión es cada vez más evidente en la investigación científica.

¿Cómo podemos reducir el consumo de azúcar?

Si sospechas que tu consumo de azúcar está fuera de control, es importante adoptar estrategias progresivas para reducirlo. Algunas recomendaciones incluyen:

  • Leer etiquetas nutricionales: Muchos productos contienen azúcares escondidos bajo nombres como jarabe de maíz de alta fructosa, sacarosa o maltodextrina.
  • Evitar bebidas azucaradas: Los refrescos y jugos industriales son una de las principales fuentes de azúcares añadidos.
  • Sustituir endulzantes artificiales por opciones naturales: La miel o la fruta pueden ser una mejor alternativa que el azúcar refinado.
  • Aumentar el consumo de fibra y proteína: Estos nutrientes ayudan a reducir los antojos y estabilizan los niveles de glucosa en sangre.
  • Practicar técnicas de manejo del estrés: Muchas veces, el consumo de azúcar está ligado a factores emocionales.

A día de hoy no podemos afirmar de manera contundente que el azúcar sea una droga adictiva en términos médicos, pero sí podemos recalcar que existe una gran dependencia hacia esta sustancia y que se ingieren dosis mucho más altas de las recomendadas por organismos oficiales y expertos en salud.

Diversos estudios han demostrado que el azúcar tiene un proceso neurofisiológico adaptativo similar al de una droga de abuso. Factores como el entorno, la genética y la fisiología juegan un papel clave en la predisposición de una persona a desarrollar una dependencia al azúcar.

Reducir el consumo de azúcar y basar nuestra alimentación en alimentos naturales y no procesados es una estrategia clave para mejorar la salud y prevenir enfermedades. Si tienes dudas o crees que tu relación con el azúcar es problemática, consulta con un profesional de la salud para recibir orientación personalizada.

Reducir el consumo de azúcar y basar nuestra alimentación en alimentos naturales y no procesados es una estrategia clave para mejorar la salud y prevenir enfermedades. Si tienes dudas o crees que tu relación con el azúcar es problemática, consulta con un profesional de la salud para recibir orientación personalizada.

Suplementos para reducir la adicción al azúcar

  1. Cromo (Picolinato de Cromo) – Ayuda a regular los niveles de glucosa en sangre y reduce los antojos de azúcar.
  2. L-Glutamina – Un aminoácido que estabiliza los niveles de azúcar en sangre y disminuye los deseos de consumir dulces.
  3. Magnesio – Regula la producción de insulina y ayuda a reducir la ansiedad y el estrés, factores clave en los antojos de azúcar.
  4. Omega-3 – Mejora la sensibilidad a la insulina y reduce la inflamación asociada con el consumo excesivo de azúcar.
  5. Canela en cápsulas o en polvo – Mejora la sensibilidad a la insulina y estabiliza el azúcar en sangre.
  6. Vitaminas del Complejo B – Ayudan en la producción de energía y en la regulación del estado de ánimo, reduciendo la necesidad de estímulos como el azúcar.
  7. Extracto de Gymnema Sylvestre – Conocida como el “destructor del azúcar”, ayuda a reducir la percepción del sabor dulce y a controlar el apetito.
  8. Berberina – Ayuda a mejorar la sensibilidad a la insulina y a regular el metabolismo de la glucosa, reduciendo los antojos de azúcar y estabilizando los niveles de azúcar en sangre.

Hábitos para vencer la adicción al azúcar

  1. Aumentar el consumo de proteínas y grasas saludables – Ayudan a mantener la saciedad y evitar los picos de azúcar en sangre.
  2. Consumir más fibra (frutas, verduras y legumbres) – Disminuye la absorción de glucosa y ayuda a reducir la ansiedad por los dulces.
  3. Hidratación constante – Muchas veces la sed se confunde con hambre o antojos de azúcar.
  4. Dormir bien – La falta de sueño incrementa la producción de grelina (hormona del hambre) y disminuye la leptina (hormona de la saciedad).
  5. Ejercicio físico regular – Mejora la sensibilidad a la insulina y equilibra las hormonas del apetito.
  6. Reducir el estrés con técnicas de relajación – Yoga, meditación o respiración profunda ayudan a controlar los antojos emocionales.
  7. Evitar el azúcar escondido en alimentos procesados – Leer etiquetas nutricionales para detectar edulcorantes ocultos como jarabe de maíz alto en fructosa.
  8. Planificar las comidas – Evita el picoteo impulsivo de productos azucarados.
  9. Sustituir postres y bebidas azucaradas por opciones naturales – Como frutos secos, cacao puro o infusiones dulces sin azúcar.

Fitoterapia para reducir la adicción al azúcar

  1. Gymnema Sylvestre – Reduce la capacidad del gusto para percibir el dulzor y disminuye los antojos de azúcar.
  2. Canela – Mejora la sensibilidad a la insulina y ayuda a estabilizar el azúcar en sangre.
  3. Fenogreco – Regula los niveles de glucosa en sangre y reduce los picos de azúcar.
  4. Menta – Disminuye la ansiedad por lo dulce y aporta frescura sin necesidad de azúcar.
  5. Cardo mariano – Favorece la función hepática y ayuda a depurar el exceso de glucosa en sangre.
  6. Regaliz (sin glicirricina) – Disminuye la ansiedad y equilibra los niveles de energía sin recurrir a los azúcares.
  7. Jengibre – Reduce la inflamación y ayuda a controlar la glicemia.