Desayunos y snacks procesados VS desayunos y tentempiés reales. ERES LO QUE COMES. Y tu insulina lo sabe!
Como funciona esto de la insulina. Imaginad que tenéis un gran bol de azúcar líquido, y os lo bebéis de un tirón, vuestro estómago vacío aceptará este líquido con facilidad. Fluye rápido y entra de golpe al torrente sanguíneo, esto provoca un aumento enorme y sin control del azúcar en sangre. Podríamos morir de una hiperglucemia. Pero, para protegernos aparece la insulina, rápidamente disminuye la cantidad de azúcar en sangre, suele reducirlo por debajo del nivel en el que se encontraba antes de la ingesta (nuestro cuerpo es un reloj suizo, siempre va un paso por delante), gracias al eficiente trabajo de nuestra amiga insulina, a la media hora o menos, estarás muerto de hambre y con una sensación de fatiga increíble. Dolores de cabeza, malestar, irritabilidad… el drama de las dietas altas en carbohidratos simples y azúcares procesados.
Pero ¿que sucede con todo ese glucógeno recogido de la sangre?
Solo si tus depósitos musculares están vacíos, por un entrenamiento o esfuerzo físico, este glucógeno irá a rellenarlos.
En la jerga del fitness esto es la “carga”, pero a ellos no les gusta que los sobrealimenten! Dependiendo de la cantidad de insulina que haya descargado tu páncreas y la cantidad de receptores de insulina que están en tus músculos, cargarás más o menos, el problema con el azúcar simple, especialmente si es de baja calidad, se dispara la insulina y los músculos y el hígado son incapaces de almacenar esa cantidad de glucógeno. Entonces, la insulina muy eficiente ella, a donde se lleva el sobrante? A los adipocitos grasos, es decir , tu michelin. Mientras este depósito se está llenando, se detiene la quema de grasa, se reduce el metabolismo, empeora la inflamación…
Sin embargo si cambiamos ese bowl de azúcar rápido, por un bloque que requiere un proceso de digestión, por el cual, se descompone en bloques más pequeños, pasando al torrente sanguíneo de forma gradual. Esto serían los hidratos complejos, no procesados. Como cereales integrales, vegetales, tubérculos, legumbres…
No debemos maltratar a la insulina haciéndola trabajar más de la cuenta, es una hormona muy anabólica y constructora, probablemente la más potente del cuerpo humano. Por ello si se le dan buenas pautas será la aliada perfecta para ganar masa magra, fuerza o resistencia muscular. Escogiendo bien los alimentos de la dieta y tomándolos en el momento adecuado, acorde con tu morfología corporal. Cada objetivo y cada persona necesita distintos tipos de hidratos en determinadas horas.