¿ESTÁS ENTRENANDO BIEN? 10 ERRORES FRECUENTES EN LA SALA (Y CÓMO EVITARLOS)
por Christy Repetto, para la comunidad de Etenon Fitness
Entrenar no es solo moverse. Entrenar bien es un arte. Es intención, es técnica, es estrategia. Y sí, también es cometer errores. Pero de eso se trata: de ajustar, aprender y progresar. Aquí te comparto los fallos más comunes que veo (y he cometido) en la sala fitness… y cómo corregirlos para que tu entrenamiento no solo sea eficaz, sino también seguro y transformador.
1. PENSAR QUE SOLO EL CARDIO ADELGAZA
Es un clásico. Subirse a la cinta y correr hasta el agotamiento con la idea de “quemar grasa”. El cardio quema calorías, sí. Pero sin entrenamiento de fuerza, perderás también masa muscular… y eso es justo lo que deberías proteger. Porque el músculo es tu motor metabólico.
¿Quieres reducir grasa? Combina fuerza + cardio. Entrena tu cuerpo para mantener músculo mientras quemas calorías. Y no te obsesiones con el peso: lo que buscamos es cambiar tu composición corporal, no solo el número en la báscula.
2. EVITAR ENTRENAR PIERNAS “PORQUE YA CORRO”
No, correr, andar en bici o jugar al pádel no sustituyen una rutina estructurada de fuerza para tren inferior. Tus piernas sostienen todo tu cuerpo. Si las fortaleces en sala, ganas estabilidad, potencia y previenes lesiones. Y además, te lo digo sin rodeos: una buena pierna entrenada se nota… y se agradece.
3. HACER SIEMPRE LO MISMO (Y ESPERAR RESULTADOS DIFERENTES)
El cuerpo es sabio: se adapta rápido. Si haces la misma rutina durante meses, se estanca. El progreso desaparece. Cambia repeticiones, añade carga, modifica el ángulo. Dale nuevos estímulos. La clave es desafiar al cuerpo, no agotarlo.
4. NO HACERTE UNA PLANIFICACIÓN PERSONALIZADA
Copiar la rutina del chico de al lado o de tu influencer favorita es como ponerte un zapato que no es tu número. Puede inspirarte, sí. Pero no es tu plan. Tu historia, tu nivel, tu biotipo, tu disponibilidad… todo cuenta a la hora de diseñar un entrenamiento inteligente. Pide ayuda a un profesional. Ahorra tiempo y evita frustraciones.
5. HACER SOLO SENTADILLAS PARA “CRECER GLÚTEOS”
Spoiler: si solo haces sentadillas, estás dejando mucho potencial fuera. El glúteo responde mejor a ejercicios con movimiento horizontal como el hip thrust, el puente de glúteos o el pull through.
¿Las sentadillas sirven? Claro. Pero si no llegas a buena profundidad, estarás cargando los cuádriceps más que los glúteos. Técnica, ángulo y variedad: el combo real.
6. ENTRENAR SIN CONTROL POSTURAL
Una buena ejecución vale más que diez repeticiones torcidas. Columna neutra, activación del core, alineación articular… No estás solo levantando peso: estás entrenando cómo tu cuerpo se mueve en el mundo. Y si lo haces mal, tarde o temprano, te lo cobrará.
7. USAR PESO DEMASIADO LIGERO (O DEMASIADO PESADO)
Entrenar sin esfuerzo no cambia nada. Pero entrenar con una carga que no puedes controlar es peligroso. La clave está en el RPE (la percepción del esfuerzo). Deberías sentir que podrías hacer 1 o 2 repeticiones más al terminar una serie, pero no muchas más. Ni aburrido… ni al borde del colapso.
8. OLVIDAR LOS EJERCICIOS COMPLEMENTARIOS
No todo es pecho y bíceps, amiga. Tampoco solo glúteos y abdomen. Los músculos pequeños también importan: isquiotibiales, rotadores externos, core profundo, escápulas… Son la base de tu rendimiento y la prevención de lesiones. Ignorarlos es un error caro.
9. NO DESCANSAR ENTRE SERIES NI RESPETAR LOS TIEMPOS
Los descansos entre series también entrenan. Si estás haciendo fuerza máxima, el cuerpo necesita recuperar más. Si haces circuito metabólico, menos. Pero saltarte el descanso o alargarlo sin sentido, rompe el estímulo y retrasa los resultados.
10. ENTRENAR SIN MENTE
Poner el piloto automático y hacer las repeticiones como si fueses un robot no sirve. La conexión mente-músculo, la respiración, el enfoque… son parte del entrenamiento. Cada repetición cuenta cuando la haces con intención. El cuerpo sigue a la mente.
Y AHORA QUE LO SABES…
Corrige lo que tengas que corregir. Nadie entrena perfecto desde el día uno. Lo importante es estar dispuesto a aprender y a mejorar.
En Etenon Fitness, no creemos en cuerpos perfectos, sino en cuerpos conscientes, fuertes y con ganas de superarse. Así que la próxima vez que pises la sala, hazlo con amor propio y con criterio. Que no hay error que no se pueda transformar en un acierto.
Y si alguna vez dudas entre rendirte o seguir… recuerda que la repetición que más cuesta es la que más te transforma